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Por Henry Barillas
En esta primera década del siglo XXI, este mundo construido en este planeta, ha venido asesinando todo lo que se conoce como vida (aunque esto ha sido siempre, solo que ahora se intensifica, sin el derecho a poder recuperarse). Quienes vivimos en este planeta, pensamos que la tierra; es decir la madre naturaleza, es nuestra, cuando en realidad, nosotros somos de ella.
Creemos que podemos ser dueños de todo, que podemos acabarnos los recursos de la naturaleza y que podemos desaparecer de este planeta, a todo aquello que nos impide conseguir los objetivos acaparadores y androcentristas del mundo explotado y explotador.
Se ve de Muchas partes posicionarce de manera individual y colectiva, estar a favor de la vida y por ende en contra de todo lo que cauce muerte o atente contra la vida humana.
Esas pocisiones desde algunos empresarios, los/as diputados/as, algunas ONGs y demás funcionarios/as del gobierno en El Salvador, terminan descifrandoce facilmente y evidencian una doble moral en casos como: La despenalizacion del aborto, la eliminacion de las armas en manos de la sociedad civil en El salvador y la preservacion de las pocas áreas naturales, llenas de fauna y flora y por ende ricas en recurso hidrico en nuestro país.
Estos y otros problemas, han venido significando un estresor en mi vida, pero hay uno que me tiene preocupado y ese es, la aniquilacion de la juventud en la clase trabajadora y campesina de nuestro país, así como el acelerado fenómeno de asesinato de mujeres, lo que se conoce como feminicidio.
Se conoce de estadísticas oficiales que, en el primer semestre de 2010 se reportaron un total de 2.468 homicidios en El Salvador, de los cuales 2.100 corresponden al sexo masculino y el resto, 336 al femenino.
De 2.466 homicidios en los primeros seis meses del año, 1.186 corresponden al rango de edad entre los 18 y 30 años de edad. De esta cantidad 1.051 son hombres y 135 son
mujeres.
Este fenómeno de aumento de la violencia, en la ultima década, es producto en esencia de la mala distribución de la riqueza, pues las familias en sus trabajos, (las que tienen) tienen un bajo poder adquisitivo por el mal y pésimo reconosimiento por parte de las empresas por la venta de la fuerza de trabajo de los hombres y mujeres obreros/as, campesinos/as y jornaleros/as. Esto crea comunidades vulneradas y empobrecidas, por lo tanto crea familias desintegradas, jóvenes sin el acceso a los principales servicios sociales de base.
En El Salvador el joven perteneciente a una familia vulnerada y empobrecida por el actual modelo economico, tiene tres alternativas, la primera, buscar el famoso sueño o pesadia americana, segunda, incorporarse al comercio informal y en ultima instancia, hacerce delincuente.
Por otro lado no ha habido ni hay una intensificacion en programas de desarrollo humano o si los hay la mayoría de adolescentes no tienen acceso a lo que se llama: arte, cultura, deporte, tecnología; en fin educacion en general.
Este fenómeno en su mayoría se limita a la juventud, tanto por las victimas como por los victimarios. Los peores casos rondan en la frecuencia de edad entre 12 y 25 años. Claros casos son el de los jovenes que riñeron por defender su pandilla estudiantil de "Tecnicos y Nacionales" donde precisamente el joven que fue víctima tenia 18 años y el victimario era un menor de 17. El otro caso reciente es el del chef de 25 años, asesinado por un joven de 22. Este ultimo perteneciente a una de las familias adineradas del pais.
Es importante mencionar que parte de las raíces de esta violencia, hay mucha relación con la cultura y las relaciones humanas que nos han obligado e impuesto a construir. Hemos venido construyendo una sociedad con hombres-machos acostumbrados a justificar y legitimar la violencia y la fuerza como medida de solución de los conflicto en las familias y en la sociedad.
Es por esa razón que los responsables de tanto asesinato son hombres, hombres - machos que han tenido problemas con su carácter y su actitud desde la niñez. Tanto así que han habido estudios que demuestran que el lugar mas peligroso para la mujer es la misma casa donde viven, pues el esposo, el compañero de vida y hasta el papa de las féminas son los victimarios en la mayoría de los casos por lo menos alguien cercano.
Es indignante como puede haber tanto negocio por la muerte, por la guerra a todos los niveles. Como podemos acostumbrarnos a los asesinatos y llegar a alegrarce de los indicadores, al decir hoy, ya son 12 los homicidios diarios, pues antes eran 14.
El Salvador no sólo es uno de los países más violentos del mundo, sino que además ocupa el primer lugar a nivel mundial por asesinatos de mujeres.
Solo en una radio con la que trabajo y colaboro, han asesinado a tres de sus colaboradores en lo que va del año. Esto no se evidencio totalemente en su momento, por medidas de seguridad para todo el colectivo de dicho medio, pero los nombres de estas victimas cercanas a mi, aun resuenan en mi mente, me ponen alerta y me recuerdan que aun soy joven, vivo y camino por las calles de El Salvador y en ocaciones a alta hora de la noche.
Lamentablemente la frase que una vez escuche de Dagoberto Gutierrez sobre la situación de violencia en el país sigue vigente, el afirmo que, "en El Salvador, la inseguridad es lo mas seguro y lo mas seguro, es la inseguridad".
En base a los indicadores y a la realidad misma, reafirmo lo que ya muchos/as sabemos, que, en El Salvador es el capitalismo, la amenaza a toda vida aun existente, y estos índices, esta violencia, esta vulnerabilidad y empobrecimiento de las familias, son el resultado de un modelo neoliberal, capitalista y patriarcal, basado en la explotacion y la negación de la educacion y la cultura.
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