miércoles, 11 de abril de 2012

Contra el patriarcado: Campesinos inician proceso de sensibilización sobre masculinidad y equidad de genero

Hombres participantes del taller sobre equidad de genero y masculinidad disfrutan de las anécdotas contadas por el compañero "Carmelo".


Por Henry Barillas. 


COMASAGUA - Memoria de la actividad - Después de pasar recogiendo a los compañeros trabajadores del campo por las comunidades del sur de Comasagua y al llegar a un hermoso lugar llamado "Finca El Tasajo" iniciaríamos la primera jornada sobre masculinidad que nos habían encomendado.

La hora de inicio sería a las 9: 30 de la mañana, compartiendo un delicioso refrigerio entre todos los asistentes, luego vendría la presentación de todos los participantes y los facilitadores. Este punto se desarrollaría con la dinámica “Me pica”. Cada participante diría su nombre y una suposición de que en una parte de su cuerpo le pica, por ejemplo: “Mi nombre es Juan y me pica la nariz”, esta dinámica la haría cada participante, cada uno tendría que decir también el nombre y la parte que “le pica al compañero de su lado”. La dinámica generaría un poco de humor entre los participantes y es así como cumpliría dos objetivos, conocer a los participantes y generar un clima de confianza para introducirse en el taller.

Se haría una presentación formal de los facilitadores de la jornada y de la organización a la que pertenecen. Henry Barillas y Rene de Paul de Hombres Contra la Violencia de El Salvador iniciarían el proceso de sensibilización con grupos de hombres de las comunidades del sur de Comasagua con el apoyo de la Asociación Comunitaria Unida por el Agua y la Agricultura ACUA.

Luego de una presentación formal, se preguntaría si sabían a que les habían invitado, todos dijeron que a un taller, pero unos no manifestaban claridad sobre de que trataría el taller. Se diría a los participantes que es un taller de masculinidad, se preguntaría si ya habían asistido a una taller de masculinidad y solo tres manifestaron haber participado por lo menos en una ocasión antes.

Rene De Paul inicia la facilitación del taller. 

Se explicaría que este seria un taller de tipo vivencial donde todos aprenderíamos de todos. Antes de iniciar se haría participativamente una lista de la normas de convivencia del taller y de todos los talleres siguientes, las normas de convivencia acordadas son:

• Respeto a las demás opiniones

• Respeto de los tiempos

• Poner atención de parte de los participantes

• Se ordenado para expresarse

• Ser participativo

• Respetar cuando otros hablan

• Mantener teléfonos en vibrador o apagados

• Respetar las instalaciones

• Para los fumadores, por favor buscar un área alejada de la zona donde se imparte el taller


Luego de establecer las normas de convivencias, se explicaría a los participantes que todo taller de masculinidad tiene sus propias normas a estas se les llama “Códigos de la masculinidad” y son las normas que guardan la integridad y sostienen la confianza dentro del grupo en procesos de sensibilización. Los códigos de las masculinidad son:

• Hablar en lenguaje popular (Es decir, como hablamos todos los días, en la casa, en la calle, etc. )

• Lo que aquí se dice, aquí se queda (Todo lo manifestado en el taller queda dentro del marco de la confidencialidad de los participantes para evitar el rompimiento de la confianza y del proceso)

• Hablar en primera persona (Yo quiero, yo siento, yo pienso, etc.)

• Respetar y no juzgar (No emitir juicios de valor sobre nadie, nadie es juez, sacerdote, Dios o pastor dentro del grupo).

Después de pasar estos puntos, se preguntaría a los participantes, sobre que saben de las masculinidad y que expectativas tienen de la jornada, dos hombres manifestarían similares respuestas, sobre ganas de aprender, de conocer algo nuevo y sobre todo algo bueno para ellos y sus comunidades, un participante de la comunidad El Faro manifestó: Los hombres tendemos hacer bien machistas y que eso es malo para las mujeres y que tal vez con este taller podemos cambiar un poco y darnos cuenta que a veces los hombres estamos equivocados.

Iniciaríamos la introducción al tema, se formaría dos grupos, en estos se revisaría el proceso de socialización y formación de la masculinidad. A cada grupo se le asignaría preguntas generadoras para la socialización entre ellos y luego a todo el grupo. Las preguntas generadoras son: ¿Qué nos decían? (De pequeño sobre que es ser hombre) ¿Chiste, refrán, anécdota que resuma lo que es un verdadero hombre? ¿Cómo los hombres demuestran que son hombres?

Luego de responder y socializar en los grupos divididos, ambos grupos socializarían para todos lo hablado. Se manifestaría que de pequeños los padres les decían: “que tenían que ser hombres de trabajo, tenían que ser respetuosos, tener hijos, tener muchas mujeres, ser fuertes y no dejarse de cualquiera”. Entre los refranes, chistes y anécdotas se pueden resaltar los siguientes: En tiempo de guerra cualquier hoyo es trinchera, de lagartija para arriba todo es casería, el hombre debe de tener 7 mujeres y un culero, entre otros.

Esto llevaría a la reflexión de que nuestras actitudes, lenguaje y personalidad fue formada primero en la casa, luego en el trabajo en el campo con amigos y algunos en la escuela y la iglesia. Esto que nos enseñaron no todo es cierto, muchas de estos obedecen a formas falsas de ser hombres, antes de ser hombres tenemos que ser personas humanas de respeto y buenas intenciones, y ser hombres no implica ser violento, mentiroso, infiel y exponer tu vida a cambio de cualquier logro o por mostrar lo fuerte u orgulloso que puedo ser, en esto podemos perder mucho, incluso, la vida.

Después de una reflexión, se profundizaría mas en el tema de la construcción social de cómo nos hicimos hombres. Se identificaría los mandatos de la masculinidad en la sociedad en que viven, así como las prohibiciones sociales que reciben, esto se haría mediante la técnica de la silueta, los mismos grupos de hombres dibujarían una silueta de un hombre en dos papeleo grafos, se les explicaría que en la parte de adentro de la silueta pondrían lo que debe de ser un hombre y en la parte de afuera de la silueta lo que no debe de hacer un hombre.

Al finalizar las siluetas con sus respectivos contenidos, se socializaría para todos y una de las siluetas evidenciaba lo siguiente en la parte de adentro donde se colocaría “lo que es ser hombre” según los participantes: Tener palabra, gustarme las mujeres, trabajar como macho, ser responsable para todo y sobre todo en el hogar. En la parte de afuera de la silueta donde se colocaría “lo que no es ser hombre” según los participantes se podía leer: No usar aretes, no hablar de mujeres, ser gay declarado no es ser hombre.

El otro grupo tendría parecidas manifestaciones, solo que en estos aparecería el típico “no llorar” en el caso de las prohibiciones y el de usar machete como símbolo de fuerza y poder del hombre del campo en el caso de los mandatos. Nuevamente se haría una reflexión en torno a lo manifestado en la silueta. En cada mandato o prohibición, se preguntaría a los participantes, por ejemplo, ¿El llorar me hace menos hombre o no me hace hombre? ¿Portar un machete me hace hombre o me hace mas hombre que los demás? ¿Tener una orientación sexual diferente a la que comúnmente se ve, hace que yo deje de ser hombre? ¿Tener mas mujeres a la misma vez me hace hombre o mas hombre? En torno a estas y similares preguntas se haría una discusión y una reflexión basada en el respeto a los/as demás, nuestras parejas, los/as niños/as y sobre todo a los/as hijos/as, en base a actitudes humanas, éticas, de salud y de salud sexual.


Hubo mucha discusión en la aceptación social del hombre que tiene muchas parejas a la vez, justificando de que la mujer también lo hace o porque no hay que desaprovechar las oportunidades y a en ocasiones sin importar malas consecuencias, de salud, sociales, económicas y familiares.

Con eso se cerraría la primera parte del recorrido de cómo nos hicimos hombres, luego se pasaría a la hora del almuerzo.

En la segunda parte de la jornada, siempre se dividirían en dos grupos, uno grupo escribiría sobre un papeleo grafo como es un día en la vida de una mujer, y el otro, como es un día en la vida de un hombre, claro, en las comunidades de Comasagua.

A la hora de socializar lo trabajado, el grupo que trabajaría la jornada de la mujer en la comunidad, evidenciaría el trabajo de la mujer desde que se levanta hasta que anochece y se va dormir y el grupo que trabajaría la jornada del hombre en la comunidad evidenciaría que el hombre si bien tiende a trabajar duro, la jornada de el es mas corta y menos complicada comparada con el trabajo de la casa, los oficios del hogar, la búsqueda del agua potable en algunas ocasiones, el cuido de los/s niños/as, la preparación de la comida entre otras cosas. Esto nos llevaría a una reflexión de reconocer diferencias y desigualdades en las conductas, tareas y obligaciones que hombre y mujeres tenemos, donde en la mayoría de las ocasiones la balanza del trabajo tiende a subir en la mujer, cosa que no debe de ser asi, debe de haber relaciones de mayor colaboración de parte del hombre padre y del hombre hijo, a modo y a medida que la balanza de la desigualdad se paralelice o logre equilibrarse.

Para finalizar los dos temas de esta primera jornada, se pasaría a la revisión de los “arquetipos” que son 4 formas de ser hombres que los sicólogos han establecido.

Los arquetipo son:

• El Hombre Rey:


Me tienen que obedecer

Yo soy el que mando

Se hace lo que yo digo

NO escucho, hago preguntas y doy órdenes

Me gusta tener el poder, sea para mandar o para ayudar

Me gusta sobresalir


• El Hombre Guerrero:

Controlo el territorio (a la mujer también)

Me encanta proteger

Soy muy posesivo

Soy frío en mis emociones, no las expreso

Cuidado... Puedo ser agresivo

Pero también soy leal y luchador


• El Hombre Mago:

Todo lo sé, (sé de agricultura, de construcción, de electricidad, de mecánica, de política, de futbol, de todo...y lo que no...

Lo invento

Siempre tengo la razón

Soy terco

No acepto perder

Puedo ser hasta mentiroso para no perder mi orgullo

Me gusta ayudar y compartir mis conocimientos con los demás


• El Hombre Amante

Pienso siempre en sexo

Me gustan todas las mujeres

Qué bueno tener varias al mismo tiempo

Me encanta coger

Y todas bien que quieren conmigo

Puedo ser romántico


Se socializarían y luego se colocaría en papeleo grafos cada arquetipo y sus características en cada esquina del salón para que los participantes se ubicaran en el arquetipo que más se identifican y que estos explicaran porque se identifican con el arquetipo elegido. Algunos que se identificaron en el arquetipo del “Amante” manifestaron que tienden a ser muy cariñosos, alguien decía “lo malo es que no solo con su compañera de vida” otro, de que uno aunque este casado o acompañado tiende andar viendo a otras mujeres. Los que se identificaron en el rey manifestaron que a ellos les gusta que se hagan las cosas bien, como ellos han dicho y les gusta que se les respete, por eso se identificaron con el rey.

Compañeros que se identifican con el arquetipo del Amante. 
En este ultimo punto se haría la reflexión de que todos nos identificamos con uno o con mas arquetipos y eso no es malo, cada arquetipo tiene algo negativo pero también algo positivo, de lo que se trata es de ir cambiando nuestras actitudes que violentan a las/os demás, que irrespetan, pero que también me hacen daño a mi como hombre, en el plano afectivo, emocional, económico, social y sobre todo en la salud. Tarde o temprano no vamos a poder seguir siendo infieles, podemos perder el hogar, podemos llegar a ser infelices, podemos contagiarnos de enfermedades de transmisión sexual como el VIH, la vida es mas cara compartiendo romances con mas de una persona, se da un mal ejemplo a los/as hijos/as y no podemos seguir llevando una vida donde forcemos a nuestro cuerpo lo que no puede hacer. Todos las formas de ser hombres que hemos visto al ser tal como se presentan nos llevara a una crisis, lo mejor es iniciar un proceso de cambio actitudinal para bien de nosotros y de quienes nos rodean.


Como últimos puntos, un refrigerio, aplausos y la evaluación que dejaría valoraciones muy positivas de la primera jornada y con las sugerencias de ser mas puntuales y responsables en los tiempos establecidos con la hora de inicio del taller.

Algunos compromisos de los compañeros fueron: Compromiso personal de cada uno de intentar cambiar ciertas actitudes consideradas violentas y machistas, ser fiel y colaborar en el hogar y asistir a la siguiente jornada. La primera jornada dada el pasado 31 de marzo en un lugar hermoso de Comasagua finalizaría con una foto de grupo con el fondo del paisaje de Comasagua y de la costa de La Libertad.

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