jueves, 8 de octubre de 2009

MERCEDES SOSA

La Negra, una voz que no se apaga

Pedro de la Oz *

Fuente: Adital


Armando Tejada y César Isella son los autores de Canción con todos. Pero Canción con todos fue, es y será Mercedes Sosa. La Negra, la grande, la que dio voz a los pobres de esta tierra, le dijo adiós a la vida este domingo a los 74 años de edad en Buenos Aires, víctima de una dolencia hepática.

Foto: Liborio Noval Mercedes Sosa dialoga con Haydée Santamaría en la Casa de las Américas. La fecha del encuentro fue el 16 de octubre de 1974.

En Cuba cultivó afectos. La Casa de las Américas fue su casa. Silvio y Pablo compartieron jornadas con la cantante. Haydée charló largamente con ella. En algún momento hubo desencuentros, por qué no. Pero ahí está, con su pecho profundo y la canción necesaria.


Una crónica fechada hace pocas horas en la capital argentina da cuenta de cómo hombres y mujeres del pueblo, muchos con una flor en la mano y los ojos vidriosos por las lágrimas, se encolumnaron desde las primeras horas de la tarde en las afueras del Parlamento esperando su ingreso al Salón de los Pasos Perdidos para decirle adiós a la artista.

Los restos de la cantora serán cremados este lunes y las cenizas esparcidas en forma repartida en su natal ciudad de Tucumán, su adoptiva Mendoza y Buenos Aires, informó la familia.

Su estatura artística se empezó a notar cuando en 1965 grabó el álbum Canciones con fundamento, hoy día registro de culto para entender lo que comenzó a ser la nueva canción latinoamericana.

En 1970, Canción con todos, incluida en el disco El grito de la tierra se convirtió en un manifiesto. Fue tal el signo de rebeldía que emanaba de su voz que la dictadura que volvió a campear en Argentina a mediados de los setenta la persiguió y obligó al exilio. Ya era famosa en el mundo, ya todos reclamaban su presencia, ya todos cantaban con ella sus nostalgias y pasiones.

Antes de enfermar su ilusión fue promover el último registro fonográfico, Cantora, en el que hace dúos, entre otros, con el catalán Joan Manuel Serrat, el brasileño Caetano Veloso, la mexicana Julieta Venegas y su entrañable compatriota Víctor Heredia. Incluyó la canción La maza, de Silvio, y para la segunda voz escogió a la colombiana Shakira.

Un buen tributo a la Sosa es tomar en cuenta sus palabras: "Yo no pretendo tener ni barco ni aviones como otros artistas, mi gloria es estar con amigos". "El canto es una ceremonia de amor del artista para con el público". "Mi meta es cantar para la gente del pueblo". "Hasta creo haber superado el momento halagador del aplauso para quedarme en la pura alegría del cantar, ahí encuentro yo toda la felicidad". "La mayoría de los cantantes cree que el papel del intérprete es conmover al que está enfrente sin importar lo que pasa dentro suyo, entonces se colocan anillos, vestidos raros, se cambian el peinado. ¿Sabe cuál es la mejor ropa de un cantante? Salir a escena con paz. Mucha e infinita paz. Solo así se transmite algo a un semejante". "Se podrán golpear muchas puertas, se podrá hacer mucha promoción de un artista, pero es el corazón de la gente el que tiene la última palabra".


* Granma

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