sábado, 22 de octubre de 2011

Más árboles igual buen clima, más agua y menos vulnerabilidad

Arboles de Amate en la comunidad El Sitio de Comasagua. Al fondo, comunidades de Comasagua y Santa Tecla  evidencian territorio deforestado por los monocultivos en La Cordillera del Bálsamo.
Foto: Henry Barillas. 

Por Henry Barillas

El Salvador es el segundo país más deforestado en Latinoamérica, solo detrás de Haití. Los bosques naturales cubren menos del 3% del territorio nacional y los cafetales otro 9%, y en el 2005 la FAO estimó que el 93.7% de los suelos están considerablemente degradados.

Somos el país más vulnerable del mundo ante los efectos del cambio climático según el Equipo de Naciones Unidas de Evaluación y Coordinación en Caso de Desastres (UNDAC), también estamos propensos a padecer estrés hídrico en el 2015 o antes y somos el segundo país con mayor desabastecimiento de agua potable en América Latina. Estos datos según el PNUD y en los últimos 22 años hemos padecido de por lo menos unos 13 desastres de considerable magnitud con pérdidas de vidas humanas y de cosechas enteras.

Y todos estos efectos negativos y de rompimiento de nuestros ciclos naturales tienen en gran medida su origen en la de-forestación, en condiciones sociales y culturales, más no, naturales o de obra divina. Es por eso que quiero compartir con vosotros/as 11 razones del porque necesitamos tanto de lo arboles y de los bosques, esto, para darnos cuenta de lo importante que es proteger lo poco que nos queda.

Obviamente necesitamos aprovechar, de alguna manera, este recurso para la madera y otros, pero todo es parte de un equilibrio, pero actualmente la mano y el abuso de la industria, de los seres poco conscientes y de la ignorancia que también tiene su origen, está llevando a la muerte al planeta y a nosotros/as mismos/as.

Beneficios más importantes de los árboles y los bosques:

El árbol amortigua la lluvia

La copa de un árbol es flexible y está diseñada para atrapar la lluvia, causando que ésta se deslice a través de las hojas, ramas y el tronco hasta llegar al suelo. Al amortiguarse el impacto de la lluvia en el árbol se abate la erosión y se protege al suelo superficial.

El árbol da sombra

La copa de un árbol está diseñada para captar la luz solar y al extenderse sombrea el piso, causando bienestar en un día soleado y protegiendo la fauna, la flora inferior y al hombre y sus bienes, del efecto dañino del impacto directo de los rayos solares.

Los bosques regulan el clima

A nivel global los bosques reducen el calentamiento de la atmósfera y regulan el clima de la tierra. En las ciudades, la pérdida de árboles eleva las temperaturas y la evaporación del suelo . La falta de árboles suficientes en varios cuadros de la ciudad permite que las islas de calor sean más severas. Las temperaturas en las calles del centro de la ciudad en primavera y verano pueden ser hasta de 3ºC más en promedio que en las de los parques y alamedas de la ciudad; el equivalente a 200 m de elevación por cada grado centígrado.

Los árboles reducen la velocidad del viento

Es cierto que no detienen un huracán, pero su presencia resta velocidad a las tormentas, disipando su fuerza y mejorando el ambiente.

Reducen la contaminación del aire

El árbol filtra los vientos. Su copa está diseñada para que el aire pase a través de las hojas, filtrando los polvos, cenizas, humos, esporas, polen y demás impurezas que arrastra el viento. Las hojas pubescentes y la corteza rugosa en el tallo atrapan tales impurezas.

El árbol secuestra el bióxido de carbono que contamina la atmósfera

A través de la fotosíntesis que realizan las hojas, el árbol atrapa el CO2 de la atmósfera y lo convierte en oxígeno puro, enriqueciendo y limpiando el aire que respiramos. Se estima que una hectárea con árboles sanos y vigorosos produce suficiente oxígeno para 40 habitantes de la ciudad. Un bosque de una hectárea consume en un año todo el CO2 que genera la carburación de un coche en ese mismo período.

En este proceso las hojas también absorben otros contaminantes del aire como el ozono, monóxido de carbono y dióxido de sulfuro, y liberan oxígeno.

Reducen la Contaminación Sonora

Los árboles abaten el ruido. El tejido vegetal amortigua el impacto de las ondas sonoras, reduciendo los niveles de ruidos en calles, parques y zonas industriales. Plantados en arreglos especiales alineados o en grupos, las cortinas de árboles abaten el ruido desde 6 a 10 decibeles.

Los bosques cosechan el agua

El agua no viene del chorro o del grifo, viene de los bosques. La calidad de agua, al igual que los flujos de corrientes, se afectará por las condiciones del suelo y la cubierta vegetal. Un suelo boscoso llega a retener agua entre 5 a 8 veces más que un suelo de cobertura de pastizales y entre 10 a 15 veces más que un suelo desnudo o un suelo erosionado.

Notas:





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